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jueves, 4 de marzo de 2010

Historia para Lengua Página 81

Desde aquella semana todo es diferente, nuestra amistad se ha fortalecido, Lo mejor será que empiece a contar esta historia desde el principio aquella semana todo fue diferente, tanto los estudiantes como los profesores vagaban por los pasillos del instituto, totalmente ausentes, se respiraba un aire de intranquilidad, todas nos dimos cuenta al entrar. Como cada lunes a primera hora teníamos tutoría a primera hora, las chicas y yo quedamos en el pasillo para entrar todas juntas en clase. Naza, Petra, Raquel, Leila y una servidora, Mayka. Nosotras, las cinco. Entramos en clase, juntamos cinco mesas y nos sentamos, nos estaban dando una charla sobre violencia, realmente aburrida, porque no era más que una repetición de la semana pasada, cuando falto el otro curso con el que nos juntan. Una nota callo sobre mi mesa, era de Naza.
“May, ¿verdad que no has sacado ya el libro bilingüe de Inglés?” Naza obtuvo un no por respuesta. Esta vez me tocaba a mí, arranqué un papelito de mi archivador, y escribí una pequeña nota, para las chicas, todas iríamos en el recreo, a buscar nuestros respectivos libros, para que Inma no tuviera oportunidad de echarnos otra vez la bronca.
Las dos horas se me hicieron largas, deseaba que llegara el recreo, coger el libro para poder salir a respirar aire fresco. Bajamos juntas, como siempre, y entramos en fila a la biblioteca, la biblioteca estaba completamente vacía, nos miramos las cinco, era muy extraño que la biblioteca estuviera vacía, últimamente no se podía entrar, la gente iba allí durante los recreos a hacer los deberes, estudiar o simplemente para no pasar frío en el rabioso invierno. Una tras otra avanzamos lentamente, dando una vuelta completa a la estancia, de repente Petra dio una voz de alarma, unos papeles, amarillentos, aparentemente muy antiguos, estaban tirados en el suelo, nos acercamos lentamente, y los cogimos, desenroscándolos, descubrimos que estaban escritos en tres idiomas diferentes: búlgaro, chino y otro idioma que desconocíamos. No sabíamos que hacer con esos escritos, parecían valiosos y a su vez peligrosos, Raquel enrollo los papeles y los metió en un cajón, volveríamos a por ellos, y sin duda los trataríamos de traducir. No dejábamos de darles vueltas a lo que aquellos manuscritos podrían decir, igual escondían un preciado tesoro, igual no era mas que una broma absurda y de mal gusto de algún gracioso, pero nosotras cinco no nos daríamos por vencidas, teníamos traductores de gran profesionalidad, Petra trataría de traducir al castellano la especie de papiro escrito en Búlgaro, y le pediríamos a Yu Jie, que nos ayudara con el escrito en lengua china. Al día siguiente, seguíamos tan intrigadas que bajamos a la biblioteca en cuanto teníamos oportunidad, los papiros seguían allí, nadie los había tocado, y si lo había echo los había colocado con sumo cuidado en el lugar exacto donde los dejábamos siempre. El miércoles de esa misma semana, fuimos como los días anteriores a buscar nuestros papiros y poder continuar con nuestro trabajo de investigación, pero nuestra sorpresa fue que el papiro con un idioma desconocido no estaba allí, decidimos separarnos para buscarlo, por si se nos había caído o algo parecido. Mientras Petra traducía su papiro con gran esfuerzo y satisfactorias recompensas nosotras nos dividimos, Naza y yo buscaríamos por la primera planta y por el patio y Leila y Raquel por la segunda planta y en pabellón “b”. Todo se nos complicaba, ahora nos quedaríamos con la curiosidad de saber que ponía en ese manuscrito. Estuvimos buscándolo, incansablemente, hasta que toco el timbre que anunciaba el fin del segundo recreo, volvimos a clase desesperanzadas, y tristes… ¿Quién querría un manuscrito en un idioma que no entenderían? Nos sentamos en nuestros cinco sitios, juntas, donde siempre, nos disponíamos a sacar la tarea de la clase de Belén, cuando un papiro amarillo calló de la mochila de Ana, las cincos abrimos los ojos, con asombro y nos miramos, las cinco nos entendimos, es lo que tiene la amistad, entenderse con solo una mirada, le exigiríamos a Ana ese papiro, al acabar la clase de matemáticas, nos acercamos a Ana:
- Ana, ¿De dónde has sacado ese papiro?- Le preguntó Leila a Ana-.
- Me lo he encontrado en la biblioteca- Nos confirmó Ana-.
- ¿Nos lo podrías devolver? Es que es nuestro- Dijo Raquel con voz segura-.
- No es vuestro, además no lo entenderíais, no esta en español- Contestó Ana-.
- ¿Acaso tu sabes leerlo?- Pregunte yo algo mosqueada-.
- Si, si que se, porque es en rumano, ya sabéis, mi lengua- Nos dijo Ana con una sonrisa en la cara-.
Naza nos miro a todas, y las cinco asentimos a la vez con la cabeza, entonces Naza le preguntó a Ana si nos ayudaba a descifrar lo que los papiros decían, contándole la historia completa de como los habíamos encontrado, le pedimos ayuda a Yu Jie, y entre los siete nos pusimos manos a la obra, en tan sólo dos días habíamos conseguido traducir los tres papiros, todo nuestro trabajo, nuestra preocupación al pensar que nos habían robado el papiro, todo nuestro esfuerzo habían dado fruto con esa carta escrita en tres idiomas que nuestra profesora Mercedes se había molestado en escribirnos:
- Queridísimas Alumnas:
Espero que estos ratos libres que habéis invertido esta semana para descubrir el significado de estos papiros, no sea tiempo perdido, espero que aprendáis una valiosa lección de esta especie de juego que os he creado para vosotras, gracias a este juego las cinco compañeras que guardaban una gran amistad en su interior ahora son cinco amigas unidas, que han podido comprobar que juntas pueden salir a delante sin tener ni idea de lo que en el problema se decía, también os habrá servido para comprobar, que se puede pedir ayuda cuando verdaderamente no se tienen esperanzas para salir de un problema. Chicas, vosotras cinco sois especiales, pues sabréis mantener una amistad durante mucho tiempo, una amistad que guardareis en vuestros corazones y quien sabe si cuando seáis unas amables ancianas, os acordareis de esta experiencia y añoréis el pasado, el pasado que ahora es vuestro presente, disfrutarlo chicas, disfrutar de vuestra amistad.
Realmente, fue una experiencia curiosa, una experiencia en el que las cinco juntas supimos afrontar los problemas y las satisfacciones que tenían hacerse responsable de algo, cuidarlo con tanto cariño… Y ahora las cinco podemos confirmar, que nuestras sospechas se cumplieron, esos papiros llevaban a un tesoro… ¿O a caso hay mejor tesoro que un amigo? Pues si, si que lo hay, el mejor tesoro es tenerlas a ellas cuatro como amigas, mis cuatro pequeños tesoros, mis cuatro pequeñas alegrías.

3 comentarios:

  1. Me sorprenden siempre tus historias.¡Qué facilidad para expresarte!. Tienes madera de escritora. ¿Qué te parece si miramos a ver si hay algún concurso de escritura al que te puedas presentar?.
    Hay dos faltas de ortografía: se debe escirbir "hecho y cayó". Debes revisar los acentos y tambíen la puntuación. Una escritora tan buena como tú debe controlarlos bien.
    por favor, mira en mi blog, y haz las páginas dedicadas a acentos y signos de puntuación. Dedícale todos los días un ratito. Cuando te canses de esas, te puedo pasar otras. Las pondré cuando me expliques cómo se hace para que cuando pinche salga directamente la página.¡Qué tengas un buen día!

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  2. Siempre que me necesites, me encontrarás; tenlo por seguro.

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  3. Mayka, he colgado en el blog dos concursos literarios a los que te puedes presentar. Ánimo con ese esguince. ¡Ah!, ¿qué te parecería escribir la historia de Dido y Aeneas que he puesto en el blog. Un saludo
    Mercedes

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